lunes, 15 de febrero de 2010

Pesadillas

Una de las secuelas que quedaron grabadas en fuego vivo en mí ser, con motivo del calvario que viví en el instituto, fueron las pesadillas. Hubo un tiempo en que las pesadillas se paseaban casi todas las noches por mi cama, para atormentarme con collejas y acontecimientos ficticios que tenían como escenario el instituto. Estas pesadillas no se esfumaron tan siquiera cuando abandone el instituto, me seguían atormentando una y otra vez, creyendo que volvía una y otra vez a aquel infierno. Nunca eran las mismas pesadillas, cada vez era una nueva y aun más tormentosa que la anterior. Pero todas tenían un hilo conductor, aparte de que se producían en el instituto, el hilo era la sensación de culpa. Os lo explicare un poco por encima para que lo entendáis mejor. En las pesadillas que tenía durante mis años de instituto era yo el protagonista de aquellos sueños, el que recibía las agresiones, pero en las pesadillas posteriores a mi marcha de aquel lugar aparecía mi persona como mero espectador impasible a otras agresiones y otros calvarios. Un testigo que no se diferenciaba mucho a las estatuas de mármol, solo miran nuca intervienen. Aquellos sueños me atormentaban, puesto que veía a gente que sufrían similares agresiones a las que yo había vivido en la vida real, pero nunca intervenía en favor del agredido, a pesar de que era mi intención durante aquellos sueños. Poco a poco fui entendiendo que lo que me hacían ver aquellos sueños, era que en lo más profundo de mi estaba una sensación de culpa, la culpa por no haber sabido atajar mis problemas y que en los sueños aparecían reflejados aquellos problemas pero con semblantes distintos al mío y yo como espectador impasible. Cuando con el paso de los meses fui entendiendo aquellos sueños, estos poco a poco disminuyeron. Entendí que no tenía culpa alguna en lo que me había sucedido. Desde entonces las pesadillas desaparecieron de las noches de sueño. Pero nunca podre olvidar la sensación que tuvieron en mí aquellas malditas pesadillas, pero gracias a ellas pude entenderme a mí mismo algo mejor.






1 comentario:

  1. OTRA PARRAFADA GENIAL ADMIRADO FEANOR
    SUS VIVENCIAS NECESITAN A UN BUEN PADRINO
    QUE LAS COVIERTAN EN UN BUEN LIBRO.
    VIENTO EN POPA Y A TODA VELA.
    LARGA VIDA A ESTE BLOG.

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