jueves, 19 de agosto de 2010

Olvido

El olvido es un mal que suele acompañar al hombre como lo hace un perro o un gato. El olvido de algunos males hace que estos no desaparezcan, sino que es la semilla para que vuelvan una y otra vez a repetirse. Esto mismo pasa con el acoso escolar. La sociedad se espanta al descubrir un caso especialmente sangrante de acoso escolar, pasa esa noticia a los periódicos, a las noticias y ¿luego? Pues luego el viento del olvido arrastra esos hechos lejos del recuerdo. Es responsabilidad de todos (nuestra) que no caiga en el olvido y dejarse de manirrotos complejos como que mejor no propagar a los cuatro vientos los diferentes casos de acoso por que luego la gente lo imitan. Dejemos nos de chorradas, que esto es una cosa grave. Que yo sepa cuando en el telediario sale una noticia relacionada con por ejemplo terrorismo nadie piensa que eso pueda ser ejemplo para que otros se animen a hacer lo mismo ¿o me equivoco? Seamos pues serios y consecuentes con esta realidad que es el acoso escolar o también llamado Bullyig. Y no nos de miedo a reconocer que existe en nuestro país, así como en muchos otros sitios del globo terráqueo esta enfermedad cancerígena llamada acoso escolar. No tengamos miedo a ver noticias de acoso escolar, por que cuando no veamos de vez en cuando esas noticias será por que ese problema se habrá extirpado. Yo por ejemplo no olvido el acoso escolar al que fui víctima durante mis años de instituto, no me amargo con esos recuerdos ni me atormento (por lo menos ya no), tampoco por recordar aquellas situaciones y a mis agresores se me viene un odio visceral y palpitante, no nada de eso. Me ha servido para mejorar como persona y para no ser indiferente al acoso escolar que hoy en día si bien ya no lo sufren mis carnes, huesos y neuronas varias, sí lo sufren otras personas. Por último deciros que no miréis a otro lado, por favor, respecto a esta injusticia (y a otras varías). Un saludo.

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