miércoles, 6 de octubre de 2010

Las ilusiones y los sueños de un adolescente

No puedo pegar ojo esta noche, ni contar ovejas me ayuda a pegar ojo. Esta entrada nace de un momento de insomnio. Me e levantado de la cama incapaz de pegar ojo, presto he cogido el boli y un cuaderno y me he puesto a escribir para así distraerme (supongo que esto lo publicare en el blog). Pero a pesar de escribir para distraerme, mi cabeza se va por los derroteros de las ilusiones y los sueños. Recuerdo las ilusiones y los sueños que albergaba cuando entre por primera vez en el instituto. También tenía temores, como es lógico en todo aquel muchacho que entra en un lugar nuevo y extraño. Estos temores, miedos y otros se transformaron en algo tangible y escalofriante que me atormento largamente. Pero centrémonos en los sueños e ilusiones de un muchacho de unos 12 años. Sueños e ilusiones. Tenía la ilusión de convertirme en profesor, esa era la aspiración última que tenía como meta para cuando terminase la secundaria y el bachillerato. Aun faltaban mucho tiempo para aquello me repetía a mí, pero esa sería mi meta, mi sueño principal. Pero aquel sueño con los vaivenes del tiempo y el acoso escolar se fue marchitando y transformándose en simple polvo. Por que en ocasiones nuestras ilusiones se transforma en simple polvo y una ráfaga de viento se lo lleva con una facilidad asombrosa. Así aquel sueño primario que en raras veces solía confesar fue eclipsado y enterrado por el acoso escolar y mi propia miseria personal. El sueño de convertirme en profesor venia por mi afición a la historia y a contar historias. Esta afición por la historia sigue vigente en la actualidad y constituye un pilar importante en mis horas de ocio. En aquel tiempo también y cuanto más sabía de los distintos acontecimientos históricos y de sus protagonistas mi avidez crecía tanto como un paquidermo africano. Así animado por aquella afición y por las sugerencias de algunas personas al ver mi interés por la historia me llevo a soñar con ser profesor. Debo de confesar que soñaba profundamente con aquello. Pero al final no pudo ser ya que el fracaso me arrastro y con migo también se hundió aquel sueño que tenia.                                                       Otro sueño que tenía en la vida, al menos cuando entre en el instituto era el de transformarme en alguien mejor. No solo en cuanto a conocimientos, sino en calidad humana. Era una meta tan ambiciosa para mí como la de llegar a ser en un futuro ser profesor. Creía que el convertirme poco a poco en adulto llevaba consigo el transformarse en alguien mejor y que los defectos propios de la inmadurez se borrarían. Esta vida me ha enseñado que estaba más que equivocado. Cada individuo debe de mejorar por su cuenta, sin esperar milagros y siempre tomando lo mejor de aquellos que le rodean. Para ser mejores personas no valen los títulos académicos ni los grandes apellidos ni las desorbitadas nominas. E aprendido aquello que alguien dijo "Cava en tu interior. Dentro se halla la fuente del bien, y es una fuente capaz de brotar continuamente, si no dejas de excavar" Y es que uno debe de buscar siempre ser mejor para con los demás y para con uno mismo. Esta meta la de ser mejor persona la he ido arañando centímetro a centímetro, aunque supongo que me queda aun eones para conseguirla. Durante mi periodo en el infierno del acoso escolar no puedo ocultar que me preguntaba a mi mismo de que me valía ser mejor persona y mejorar, si había individuos al rededor mío que parecían no perseguir aquella meta que perseguía yo y que veía justa y propia de todo ser humano, como el respirar. Aquella pregunta me venía a menudo después de un especialmente humillante y doloroso día de instituto, de infierno. El infierno en la tierra. Aún así a pesar de aquellos momentos de duda y preguntas nunca pensé en abandonar definitivamente mi búsqueda de ser alguien mejor. Y es que creo que cuando uno intenta ser mejor persona lo único que está haciendo es intentar ser feliz con uno mismo. Y esa felicidad aun hoy en día la sigo buscando. Porque la búsqueda de la felicidad, al menos a mi entender no se termina nunca y no se debe de detener aunque acontezca una de esas derrotas tan amargas que en ocasiones nos sorprende de muchas formas.                                                  Las ilusiones era otro punto que me acompañaban cuando entre aquella primera mañana de instituto (a la vez parece tan cercana y tan remota). Tenía la ilusión de aprender, la ilusión por los demás. La confianza hacía los demás era si bien no muy fuerte al menos era fuerte cuando veía que mi confianza tenía una respuesta positiva de los demás. Pero como ya comente en otra entrada la confianza se transformo en desconfianza ante todo lo que viniese de los demás. Se me fue pudriendo las entrañas poco a poco.                                  Y aquellos anhelos, aquellos mares de ilusiones, aquella marabunta de buenas intenciones fueron sustituidos por algo hueco y lleno de miserias. Los sueños, sueños son. Aquella frase se transformo en una de mis preferidas, pues veía que todo lo que había aspirado era puramente ilusiones tan poco consistentes como los archiconocidos espejismos que provocan los desiertos en nuestras mentes.                                                                                                       Hoy en día, ahora mismo si bien pienso que las ilusiones y los sueños de antaño son difíciles de cumplir  hoy en día y que ya están desfasados (tal vez no lo son tanto pero seme antoja que a sí son) y soy algo escéptico, otras ilusiones reinan en mi cabeza, esa cabeza que me da tanto la lata, hasta tal punto de escribir en plena noche. Supongo que antes de publicar la entrada cuando la este reescribiendo en el ordenador tendré que hacer una criba y algunas modificaciones, pero supongo que esta entrada es tan válida como cualquiera de las que he publicado hasta ahora. Permitidme el atrevimiento ultimo de daros un consejo: recordad que sea el sueño o la ilusión que uno tenga debe de pelear por ella, aunque al final no se cumpla pero al menos pelear por vuestros sueños con todas las fuerzas y si al final no se cumplen, al menos no tengáis la sensación de que no habéis hecho todo lo que estaba a vuestro alcance para que se cumpliesen. Felices sueños :)
 Posdata: Disculpad por que la mitad del texto sea de un color y la otra de otro, pero no se qué narices a pasado :(.

1 comentario:

  1. BUENO BUENO

    ESPERO QUE SE LEVANTE USTED MUCHO MAS POR LAS NOCHES Y NOS DELEITE CON ESTOS PARRAFOS DELICATESEN.

    MUY CIERTO LO DE LOS SUEÑOS...
    AHORA TIENE USTED UN SUEÑO PERO BIEN APASIONANTE
    DELANTE DE SU LAPICERO O SU BLOG...EL DE SER ESCRITOR,,ESTOY SEGURO QUE ESAS PALABRAS SUYAS A MAS DE UNO LE TRANSPORTARAN A UNA CALMA INTENSA EN MEDIO DE LA TEMPESTAD.

    UN ABRAZO DE SUN FAN NAMBER GUAN
    pd.ya tengo el blog en los favoritos del explorador. jeje

    BOIRIX REX.

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