jueves, 2 de diciembre de 2010

¿Titulo? Sinceramente por una vez no se que titulo poner, que cada uno que lo lea saque su particular titulo sobre lo que escribo hoy.


Hace un tiempo alguien me dijo "importa poco la calidad (literaria) si se escriben sentimientos, mucho más difícil que escribir oraciones complejas con palabras que aparecen solo en los diccionarios gordos". Si me lo permitís decir que son unas acertadísimas palabras. Y debo de reconocer que a sí es. Es muy difícil plasmar las sensaciones, las impresiones personales y los sentimientos de uno en una hoja de celulosa o en estos lares en unas letras martilleadas por un teclado. Y es que ¿que decir de los sentimientos, de las sensaciones? Pues que son algo tan nuestro como sumamente complicadas de describir a otros y que se hagan una precisa idea de lo que pensamos en ese momento, sentimos en ese instante o lo que hemos pensado o sentido en un momento concreto. Aún así con el blog e intentado traducir las sensaciones, sentimientos y pensamientos que un día tuve. Unos días lejanos y la vez no tanto, o es como seme antoja a mí cabeza qué a sí sea. No se si a la hora de plasmarlos en el blog lo hecho con toda justicia y realismo que se merecían aquel mar de sensaciones y sentimientos, no se si e abusado mucho de "oraciones complejas", si e conseguido tan si quiera trasmitir un ápice todo aquellos sentimientos o por el contrario lo embrollado. Lo que sí se, es que cuando me he puesto y me pongo a escribir sobre todas aquellas sensaciones y también me e permitido analizarlas desde el burladero del tiempo pasado, lo hecho de corazón y mi única inspiración a sido la que me ha dictado en un momento dado para poner tal palabra o quitar la otra. Y es que por que no decirlo (o escribirlo como es el caso) que escribo como siento las cosas. Se puede decir que lo que escribo es un reflejo de como soy. Me pongo delante del ordenador (en ocasiones, aunque escasas delante de una hoja de papel) y dejo que los pensamientos vuelen hacía otro lugar y es entonces cuando fluyen las palabras. Y las palabras hablan del acoso escolar, un acoso que se por desgracia  muy bien de que va, ya que lo sufrí en mis propias carnes. Y con todo eso sufrido, nace en su mayor parte este blog con sus entradas; abro el libro de mi historia para que lo puedan echar un vistazo cualquier interesado y que pueda, si es que puede, sacar algo positivo a mis vivencias. Con lo que relato no pretendo (no me cansare de repetirlo) adoctrinar a nadie ni tampoco ponerme de "gran ejemplo". Con todo lo que os digo no significa nada, tan solo que soy como soy, para bien o para mal. Ni mejor ni peor por haber tenido tal o cual sentimiento en mi etapa por el instituto. Al fin y al cabo soy un ser humano como tantos en este planeta, que en este blog intenta con más suerte en ocasiones y quizás con menos suerte en otras hacer su peculiar "memorias" en este caso sobre el bullying, ese simpático problema que no tiene nada de simpático. No me mueve ni me embarga ningún afán de protagonismo desmedido, solo como he dicho más arriba y también alguna vez ya en este blog, lo único que me mueve es esa tal vez tonta creencia que con mis vivencias pueda servir de algo para luchar contra esas antiguas amigas que acompañan al acoso escolar: la intolerancia, los ataques a otras personas por miedo, la marginalidad, el fracaso no solo escolar sino también en ese escenario tan grande que es la vida y un larguísimo etc.  

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